Hace poco más de ocho años, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo denunciaron a través del programa Informe Especial ser víctimas de abusos sexuales por parte del sacerdote Fernando Karadima. El Papa Francisco convocó a lo afectados a reunirse con él en el Vaticano, Roma. Las citas se llevaron a cabo el fin de semana.

A las 10.02 horas de esta jornada, José Andrés Murillo publicó en su cuenta de Twitter (@JosAndrsMurillo) una declaración pública después de las reuniones con el Papa Francisco junto a Juan Carlos Cruz y James Hamilton.

Ante los medios de comunicación fue James Hamilton quien leyó un comunicado en donde el Pontífice “nos pidió formalmente perdón a nombre propio y de la Iglesia”. Las víctimas postularon que esperan que el Papa tome acciones en concreto con respecto a lo conversado con ellos durante la semana, pues de no ser así, todas las reuniones terminarán en “letra muerta”.

Hamilton, primera víctima en denunciar al ex párroco de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de El Bosque, afirmó que la Iglesia Católica tiene el deber de descubrir el origen de los abusos, tener un proceso de reparación para las víctimas y que todos sean juzgados por la ley civil.

Desde el 14 al 17 de mayo, el sumo Pontífice sostendrá una reunión con aproximadamente 30 obispos chilenos, entre los que destacan el obispo de Osorno, Juan Barros y el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzatti, ambos acusados de encubrir las acciones de Karadima.

La Directora Ejecutiva de Fundación Voces Cristianas, Soledad Errázuriz, postuló que se espera que el Papa Francisco junto a los obispos nacionales definan las acciones que la Iglesia Católica deba tomar, tanto con los abusos de poder, como también en los encubrimientos y abusos sexuales que denuncian las víctimas.

El hecho que el Papa Francisco haya recibido a las víctimas en su residencia en Santa Marta, Roma, es histórico, ya que es la primera vez que un Pontífice realiza un gesto de esta envergadura. Cabe destacar que los afectados postularon que no depende de ellos que se lleven a cabo las transformaciones necesarias para detener los abusos sexuales y encubrimientos, sino que es tarea de la Iglesia que se tomen las medidas necesarias para erradicar esta situación no solo en Chile, sino también a nivel internacional.