“No puede ser que los prejuicios antiguos sean más fuertes que el amor”. Esas fueron las declaraciones dadas por la presidenta Michelle Bachelet el pasado 28 de agosto cuando firmó el proyecto de ley de matrimonio igualitario que ahora se encuentra listo para ingresar a la cámara de diputados.

La ley no solo contempla modificar el código civil para que parejas del mismo sexo accedan a el matrimonio, sino que también busca igualar los derechos de las familias homosexuales y heterosexuales lo que implica permitir la adopción de niños por parte de ambos tipos de parejas.

Esto debido a que en la actualidad existen un gran número de parejas homosexuales que se someten a técnicas de reproducción asistida o que crían hijos de relaciones anteriores y que, sin embargo, debido a las normas de filiación vigentes, no pueden quedar registrados legalmente como padres –aunque sea no biológicos- de sus hijos.

Desde el punto de vista jurídico, el proyecto de ley del matrimonio igualitario no contempla cambios constitucionales, sino modificaciones del código civil en términos como hombre y mujer o esposo y esposa, dejando la palabra cónyuge como un término que abarcaría a todas las personas, sin importar orientación sexual o identidad de género.

El abogado y presidente de la Fundación Iguales, Juan Enrique Pi, plantea que “la adopción es un elemento fundamental del matrimonio igualitario. Sin derecho a adopción no hay matrimonio igualitario”. Luego agrega que “lo que pedimos es que las parejas del mismo sexo puedan acceder en igualdad de condiciones y postular en adoptar a un niño o niña bajo los mismos requisitos de una pareja heterosexual. Aquí no se pide ningún tipo de privilegios ni preferencias”.

La discusión en contra de la aprobación de adopción por familias homoparentales se abre tras la negativa de grupos conservadores, principalmente de oposición, de considerar perjudicial para los menores tener dos mamás o dos papás. Así lo dice el diputado UDI y miembro de la comisión de familia, David Sandoval, quién defiende los ideales cristianos y no ve como correcta la opción de que las parejas del mismo sexo adopten. “Dos hombres o dos mujeres, me da la impresión a mí que va en contra de la manera natural de hacer las cosas”.