La ola feminista ha inundado las calles del país, con mujeres que están alzando su voz para exigir igualdad de género. La marea azotó con fuerza luego de una serie de hechos que han conmocionado a la ciudadanía, como la muerte de la pequeña Ámbar, de un año y siete meses, quién fue violentada sexualmente; el caso de la violación grupal perpetuada por presuntos hinchas de la Universidad de Chile; las denuncias de acoso sexual contra el director de teleseries Herval Abreu; y las graves denuncias de acoso y abuso sexual que han surgido en numerosos establecimientos educacionales.

El proceso de reivindicación de la mujer es una lucha que se está llevando a cabo a nivel global. Han existido precedentes que han marcado el comienzo de este nuevo aire para el movimiento feminista. El primero fue la violación y asesinato de  Lucía, una joven argentina, el año 2016, que convocó una serie de marchas en el país trasandino y en Chile bajo el lema «Niunamenos»; luego las denuncias en contra del poderoso productor hollywoodense Harvey Weinstein, que han debilitado el espiral de silencio dentro de la industria cinematográfica norteamericana; y por último, el fallo que determinó como culpables de abuso sexual, pero no de violación, a 5 jóvenes sevillanos, conocidos como «La Manada», que se aprovecharon de una joven de 18 años.

En Chile el asesinato de la joven trasandina, junto a la brutal agresión que sufrió la chilena Nabila Riffo el 2016, a quien su pareja le extirpó los ojos, llevó a que la coordinadora Niunamenos llamará a una marcha a nivel nacional ese mismo año, la cual tuvo una multitudinaria convocatoria. Nadia Martínez, representante de la coordinadora explica que a pesar de tener distintas exigencias con el movimiento que se gestó en Argentina, si existen puntos en común.

 

Según académicos, Chile no experimentaba un movimiento de género tan fuerte desde los 80′. Para ellos, lo que se está viviendo en Chile es una «tercera ola» del feminismo, ya que busca alertar a la ciudadanía de la violencia que vive la mujer en los espacios privados. La socióloga y Coordinadora del Observatorio de Género y Equidad, Teresa Valdés, respalda esta opinión ya que estamos frente a un momento en el cual las mujeres tienen un mayor acceso a la educación y por lo tanto, la violencia hacia la mujer ya no es tolerable.

 

Es en los establecimientos educacionales donde el movimiento ha tomado un gran impulso. Actualmente son 16 las universidades en paro y 21 los espacios en toma a lo largo del país, con estudiantes que exigen una educación no sexista y un fin a la violencia machista. La vocera de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Francisca Ochoa, afirma que el movimiento feminista va en alza, y que buscarán radicalizar la movilización ya que el Gobierno no está respondiendo a sus solicitudes.

 

La oleada feminista parece no tener ninguna intención de recogerse. El proceso de empoderamiento de la mujer se está manifestando a lo largo del país, y las dirigentas de distintas organizaciones afirman que no retrocederán hasta que el Gobierno escuche sus demandas.