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Por Tania Contreras.

Con información de Giannina Giordano.

 

“Estoy muy tranquilo”, fue la frase que dijo el suspendido Fiscal Regional de O’Higgins, Emiliano Arias, antes de ingresar al edificio de Fiscalía Nacional, lugar donde luego tendría que presentar su declaración respecto a los tres cargos que se le imputan: tráfico de influencias, obstrucción a la investigación y violación del secreto por sustracción de información.

La denuncia partió cuando su subalterno, el fiscal de Alta Complejidad Sergio Moya, solicitara acción contra su superior por supuestas irregularidades, en contexto de la investigación por actos de corrupción cometidos presuntamente por tres fiscales en la región de O’Higgins.

La investigación del caso, que fue delegada por el Fiscal Nacional Jorge Abbot al persecutor Eugenio Campos, quien se encuentra realizando indagatorias administrativas y penales en contra de Arias. Las denuncias ante las cuales respondió Arias refieren al tráfico de influencias por el caso Caval, obstrucción a la investigación en el caso del ministro Emilio Elgueta, ocultamiento en la causa del Teatro Regional de Rancagua y violación del secreto por sustracción de información de la base de datos de la fiscalía de O’Higgins.

Durante la jornada de ayer lunes, Jorge Abbott aceptó la solicitud presentada por Ayala de suspender en sus funciones de fiscal regional de O’Higgins a Emiliano Arias hasta que finalice la investigación.

Se estima que la reunión en fiscalía durará hasta las 19 horas y continuará durante mañana miércoles, mientras se esperan nuevos antecedentes que puedan dar luz de las denuncias a las que se le imputan al suspendido fiscal regional.