A mediados de enero de 2018, el Papa Francisco realizó su primera visita oficial a Chile. Su visita estuvo marcada por la polémica asistencia del obispo Juan Barros, acusado de encubrir los abusos sexuales de Fernando Karadima, otrora párroco de El Bosque.

Desde 2015 que Barros se desempeña como Obispo de Osorno. En ese entonces, su designación generó amplio rechazo, pero el Papa lo defendió: “Osorno sufre sí, por tonta, porque no abre su corazón a lo que Dios dice y se deja llevar por las macanas que dice toda esa gente”, declaró cuando lo interpelaron por el nombramiento.

Este año, durante su visita a Chile, el sumo pontífice volvió a cubrir las espaldas de Barros. “No hay ninguna sola prueba en contra de él, sólo hay calumnias”, declaraba.

Finalizada su visita al país, el Vaticano dio a conocer una orden de investigación sobre los supuestos casos de encubrimiento del obispo de Osorno. El arzobispo de Malta, Charles Scicluna, sería el encargado de llevar a cabo las pesquisas.

Esta semana, con los resultados del informe listos desde el 20 de marzo, el sumo pontífice parece haber cambiado radicalmente de posición. A las 15:00 horas del día miércoles, la Conferencia Episcopal de Chile (Cech) hizo pública una carta del pontífice, en la que afirmaba haber incurrido en “graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada”.

A través de la voz del Monseñor Fernando Ramos, quien leyó el texto, el Papa pedía perdón, y convocaba a los obispos de Chile a una reunión en Roma para dialogar las conclusiones.

Durante la jornada, surgieron una serie de reacciones. Juan Carlos Claret, vocero de los Laicos de Osorno, dijo «valorar el arrepentimiento, y que se está marcando un cambio en la forma de abordar los temas de abuso sexual y de poder por parte de integrantes de la Iglesia». Pero también fue crítico, al mencionar que la carta omitió puntos importantes.

Por Twitter, la ex presidenta Michelle Bachelet también realizó sus propias apreciaciones. «Hay que reconocer un genuino esfuerzo por alcanzar la verdad. Con sus palabras, se inicia un camino de perdón y reparación a las víctimas”, escribió en su cuenta.

Por su parte, Juan Pablo Hermosilla, abogado de James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo (víctimas de Fernando Karadima), se refirió a la importancia de transparentar quién fue la persona de la Iglesia chilena que entregó esa información falsa.

Durante esta jornada Juan Barros confirmó que viajará con la Conferencia Episcopal a Roma, en el marco de la próxima reunión con el sumo pontífice. “Es algo muy importante y que a todos nos motiva. El Papa siempre busca lo mejor para todos. Estaré dentro del viaje con el favor de Dios”, dijo el obispo.