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El canciller Ruso, Serguéi Lavrov, se reunió durante este lunes con su homólogo estadounidense en Finlandia, Mike Pompeo, donde discutieron la situación de Venezuela. Lavrov calificó la reunión de «buena y constructiva». En un punto de prensa posterior, aseguró que una posible intervención militar de Estados Unidos en la zona sería un error, ya que el uso de la fuerza solo puede ser autorizado por el Consejo Nacional de Seguridad de las Naciones Unidas, o en respuesta a una agresión a otro Estado, y, según afirmó, en Venezuela no ocurre nada de lo anterior. Antes de la reunión, Pompeo admitió que Maduro «todavía manda, pero de ninguna manera puede gobernar», dejando claras las diferencias de postura entre ambas potencias.

Por su parte, el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, realizó una conferencia de prensa el pasado viernes, luego del intento de levantamiento militar y civil que se llevó a cabo en el país, convocado por el mismo Guaidó y que constituiría el ultimo paso de la llamada «Operación Libertad». En la conferencia se encontraba también el ex preso político y líder opositor Leopoldo López, quien fue liberado por fuerzas opositoras a Maduro de su reclusión domiciliaria ese mismo día del levantamiento. En el punto de prensa, Guaidó expresó ideas opuestas a Lavrov, instando al gobierno de Nicolás Maduro a «asumir el fracaso y ponerse del lado de la ciudadanía».

Sin embargo, el líder de la oposición admitió, en una entrevista con The Washington Post, que no cuentan con el apoyo suficiente de las Fuerzas Armadas venezolanas, razón principal por la que la Operación Libertad, en la que Juan Guaidó y Leopoldo López llamaban a rebeldía por parte del ejército, fracasó la semana pasada.

En cuanto al oficialismo venezolano, el canciller Jorge Arreaza sostuvo una reunión en Moscú con el canciller Lavrov, en el que afianzaron las relaciones entre ambos países, e hizo un emplazamiento a la Unión Europea y las Naciones Unidas a «proteger» el gobierno de Nicolás Maduro.

A pesar de no descartar una intervención militar, Estados Unidos está priorizando el diálogo con Rusia, principal aliado de Nicolás Maduro, y ha mantenido sus tropas fuera del territorio venezolano.